Se entiende por infección hospitalaria o enfermedad iatrogena,
aquella que se adquiere durante la hospitalización por una causa ajena al proceso
patológico del paciente y que puede manifestarse mientras permanece ingresado o
posteriormente, cuando es dado de alta.
El hospital, por sí mismo, constituye un medio específico que
facilita y favorece la propagación de la infección, ya que en él conviven en
estrecha relación individuos con diferentes patologías y profesionales
sanitarios.
Este riesgo recíproco enfermo-personal asistencial, constituye
una cadena epidemiológica, aunque, en toda infección hospitalaria, juega un
papel importante los factores secundarios el medio ambiente hospitalario.
Aunque se lleven a cabo las medidas higiénicas pertinentes,
numerosos estudios han demostrado que la infección hospitalaria no puede
eliminarse completamente, pero sí reducirse.
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